Organizar la fiesta de cumpleaños de un hijo es la máxima ilusión para una madre, sobre todo, cuando se trata del primer año; en nuestro caso, la ilusión nos invadió a todos papá, mamá, abuelos, tíos. Recuerdo que comenzamos con la organización con mucho tiempo de antelación, escogimos el motivo, comenzamos a planificar, buscamos el salón, cada miembro de la familia se ofreció a colaborar con algo; en fin, fueron meses de planificación y emoción para todos. El resultado: Una fiesta inolvidable, y aunque #EduardoAndrés estaba aún muy pequeño y no caminaba, disfruto mucho su celebración.
Para el segundo año la cosa cambió, y no porque no existiera la ilusión sino que, entre una y otra cosa, dejamos prácticamente todo para el final, incluyendo el lugar donde lo íbamos a realizar, pues queríamos que fuera en una piscina y teníamos varias opciones; terminamos decidiéndonos pocas semanas antes del cumple. En esta ocasión, tocó hacer un poco más el día de la fiesta (cocinar, servir, atender invitados, etc.) pero igual disfrutamos mucho.
Y llegó el tercer cumpleaños, recuerdo que después de la fiesta del segundo año dijimos mi esposo y yo "el próximo será solo torta, la piñata y ya". Oh! sorpresa, resulta que ya la decisión no está en nuestras manos; si señores, nuestro tiqui #EduardoAndrés comenzó a pedir su fiesta de cumpleaños. "Mamá quiero mi cumple de hombre araña" me decía, y se lo decía también a todo el que se encontraba, así que no nos quedaba de otra, si habíamos hecho sacrificios para celebrar sus dos primeros años, cómo no hacerlo ahora que era él quien lo pedía.
Así que nos pusimos manos a la obra, papá, mamá y abuelos sacamos los súper poderes (cosa obligatoria ante la crisis económica que se vive en nuestra Venezuela) y comenzamos a organizar todo; eso sí, decidimos que sería en casa para ahorrarnos gastos de alquiler. Como los años anteriores, papá y mamá asumimos todo lo referente a decoración y souvenir (una de las cosas fueron unos antifaces que les encantaron a los pequeños), pero debo confesar que contamos con dos aliadas fundamentales mi madre que se encargó de hacer unos llaveritos hermosos para obsequiar a los padrinos y madrinas, y Beatriz de @momentodeamores que se encargó de toda la papelería (topper, letrero, etiquetas).
La reunión, o merienda como decidimos llamarla, #EduardoAndrés la disfrutó mucho, y hasta contó con la visita de su súper héroe favorito gracias a los abuelos consentidores. Será que celebraremos el 4to año?