Hace unas semanas en el Cole de #EduardoAndrés comenzaron a mandarle tareas dos veces por semana para ser realizadas en el hogar con el apoyo de papi y mami; ahora bien, como saben mi tiqui tiene tan solo 3 años y muchos consideran que está muy pequeño para ese tipo de responsabilidad, e incluso para estar ya en preescolar
Lo cierto, es que por razones de la vida que en este momento no vienen al caso, nos tocó escolarizar a #EduardoAndrés a temprana edad, por lo cual duró dos años en maternal y consideramos que era momento de avanzar. Luego de las evaluaciones psicológicas respectivas en la institución donde actualmente cursa 1er nivel, decidieron darle el cupo con apenas 3 añitos recién cumplidos, mientras sus compañeros -en su mayoría- están próximos a cumplir 4 años.
Pero de lo que voy a escribirle ahora es sobre ese tema tan polémico como son las tareas para el hogar, y es que muchos especialistas y no especialistas opinan que mandar actividades para hacer en casa, sobre todo cuando se es muy pequeño, puede sobrecargar al niño y hacer que en un futuro no le guste la escuela; otros consideran que sí es necesario para reforzar los conocimientos adquiridos en las aulas de clase y crear hábitos de estudio.
Particularmente, creo que todo se trata de la forma cómo se manejen en casa esas tareas, ya que forzar a un niño de 3 años a cumplir correctamente una actividad, sin distraerse, sin cansarse, sin salirse de la raya, puede resultar abrumador y frustrante, pero sí lo tomamos de forma divertida, haciendo acompañamiento, dejándolo explorar, ellos se lo disfrutarán. Esto lo digo por experiencia propia.
El primer día de tarea para el hogar, #EduardoAndrés estaba muy emocionado, no paraba de decirme "Mami la tarea, vamos a pintar", y así lo hicimos, pero luego de almorzar, hacer la respectiva siesta, bañarse y jugar. Esta rutina la seguiremos manteniendo, mientras funcione, y aunque hay momentos en los que se cansa de pintar y me dice "Mami ayuda", noto en su cara de alegría la emoción que le da hacer sus tareas.